domingo, 20 de agosto de 2017

Kolawal, Jocolawal ta pisilik

Ya va llegando el día en que las vacaciones toquen a su fin. Siempre pasa, no sé de qué me sorprendo. Se está bien descansando y, como solemos decir, cargando pilas, lo que ocurre es que a los que nos dedicamos a esto de la educación (que no solo de la enseñanza) no se nos va de la cabeza todo lo que implica nuestro trabajo.

Todavía en mi memoria mi visita a México, el cariño recibido por todas y cada una de las personas que me mostraron tanto respeto y cariño, su esfuerzo porque estuviera tan a gusto como estuve. Pero quisiera resaltar algunas cosas que afectan a todos, especialmente a los niños y niñas con TDAH, o cualquier otro trastorno, así como a sus familias.

Sin ser alburero, no me cansaré de voltear una serie de detalles que me jalaron desde mi llegada a San Cristóbal de las Casas. Creo, sin pretender ser sangrón, que lo más importante ha sido comprobar en todo momento el enorme interés de los asistentes por aprender, chambeando todo el tiempo para poder deshacer el despapaye que, por culpa de auténticos malandros que habitan las redes sociales tratando de sacar pingües beneficios, crean en las familias. 

Conocí a muchas personas, a nivel personal e institucional, creo haber dejado muchos amigos y amigas por los que merece la pena volver, pero lo más importante no ha sido encontrarme con el papá chingón o la mamá chillona, si no ver que fueron dos intensos días donde la hueva no fue capaz de apoderarse de nadie, dónde no vi a nadie irse de pata de perro. Esta fue la clave del éxito del Foro además, por supuesto, del trabajo de todo el personal que estuvo al tanto del más mínimo detalle,

Pudimos comprobar cómo afecta el TDAH a las personas, sin que tenga que venir ningún wey a decirnos que se trata de niños apapachados a los que hay que mocharles las nalgas de vez en cuando y cachetearlos para que sean como los demás. Cada uno es como es y punto. Descubrir las diferencias entre unos y otros y chambear a partir de ellas es la clave. Debemos seguir por este camino dejando a esos malandros que no dan paso sin huarache sentados en la banqueta del camino mientras echamos en la cajuela de nuestros carros todas nuestras ilusiones para seguir hacia nuestro objetivo: conseguir hacer más felices a los afectados por TDAH que nos vayamos encontrando.

Simplemente quería hacer este pequeño homenaje desde aquí especialmente a Fabiola, Cosset y Lalo, las personas que me acompañaron enseñándome esa balasera idiomática, como leí hace años en un artículo de prensa, que es el español, un idioma que nos une pero que si por sí mismo tiene una riqueza enorme, si añadimos los vocablos distintivos de cada país, y en México, cada estado o como ocurre en el mismo Chiapas, las más de veinte etnias que conviven, es ya impresionante. Aprendí y me divertí mucho con todos vosotros y vosotras, además de Alux que me enseñó en el restaurante “La Lupe” algo de su dilecto Tzotzil y Rubén, nuestro guía de “Chiapas extraordinario” del Tzeltal.

Por todo esta experiencia os aseguro que estamos en el buen camino si seguimos chambeando juntos todos los implicados, niños, padres, profesores, profesionales de la medicina, la psicología, etc. Si seguimos así todos los días seguirá brillando el K'ak'al.

A todos kolawal o jocolawal ta pisilik (gracias en Tzotzil y gracias a todos en Tzeltal respectivamente).
Javier Lozano

20 - Agosto - 2017

1 comentario:

  1. Gracias a ti, Javier un gusto convivir contigo, México esta lleno de lugares hermosos, cuando gustes visitarnos en Guanajuato. Tu amiga Cosett.

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